domingo, 16 de diciembre de 2012

RASHOMON

 

SINOPSIS 

 

Japón, siglo XII. En Kioto, bajo las puertas del derruido templo de Rashomon, se guarecen de la torrencial lluvia un leñador, un sacerdote budista y un peregrino. Los tres discuten sobre el juicio a un bandido, acusado de haber dado muerte a un señor feudal y violado a su esposa. Los detalles del crimen son narrados desde el punto de vista del bandido, de la mujer, del señor feudal -con la ayuda de un médium- y del leñador, único testigo de los hechos.


CRÍTICA


Kurosawa, por si faltara más, filosófico. "Un mal peor que las pestes y la guerra", dice el sacerdote desesperanzado. Un error pequeño puede tener consecuencias devastadoras en la vida del hombre, pues vivimos de acuerdo con lo que creemos verdadero y bueno. Pero descubrir la verdad puede ser muy difícil, tanto que nos lleva a caer en el relativismo, escepticismo y nos hace perder la "fe en la humanidad". Y uno de los mayores obstáculos para descubrir la verdad somos nosotros mismos, porque nuestras creencias, egoísmos y prejuicios alteran la percepción que tenemos de las cosas, cómo las vivimos y recordamos. La verdad queda enmarañada detrás de relatos confusos y contradictorios que dicen más de la persona que los cuenta que del cuento mismo. Kurosawa pinta genialmente que el camino hacia la verdad puede ser tan enredado como el bosque en el que ocurren los hechos. Nos agota ver la marcha de los personajes por una jungla intransitable. Pero mucho más frustrante y agotador es tratar de develar el misterio del asesinato.

FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA


Título: Rashômon
Título original: Rashômon
Dirección: Akira Kurosawa
País: Japón
Año: 1950
Duración: 88 min.
Género: Criminal, Drama, Intriga
Reparto: Toshirô Mifune, Machiko Kyô, Masayuki Mori, Takashi Shimura, Minoru Chiaki, Kichijiro Ueda, Fumiko Honma, Daisuke Katô
Distribuidora: Los Films del Búho
Productora: Daiei Studios
Dirección: Akira Kurosawa
Diseño de producción: So Matsuyama
Fotografía: Kazuo Miyagawa
Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto
Montaje: Akira Kurosawa
Música: Fumio Hayasaka
Producción ejecutiva: Masaichi Nagata
El material gráfico de esta película es de sus respectivos propietarios, distribuidora Los Films del Búho y productora Daiei Studios.

BIOGRAFÍA DE AKIRA KUROSAWA


(Tokio, 1910, 1998) Director de cine japonés. Pintor frustrado por su propia autoexigencia, decidió dedicarse al cine, en el que se inició como guionista. Recorre su obra este pasado pictórico, en forma de una cuidadísima fotografía, un profundo humanismo y una habilidad narrativa por la que fue considerado como el más occidental de los directores japoneses.
En 1950 obtuvo el León de Oro de la Mostra de Venecia y el Oscar a la mejor película extranjera con su filme "Rashomon", una refinada versión de un relato tradicional japonés que le situó en el mapa cinematográfico internacional. En 1954 repitió máximo galardón en el certamen veneciano con "Los siete samurais", filme objeto de un célebre remake con el título de "Los siete magníficos". En 1965, "Barbarroja" sufrió un rechazo de crítica y público que se repitió en su siguiente obra, "Dodes Ka-den", circunstancia que le empujó a un intento de suicidio en 1971.
Agotado su crédito en su país natal, en 1975 logró que las autoridades soviéticas financiaran la película "Dersu Uzala", rotundo triunfo que le permitió obtener su segundo Oscar y financiar "Ran" (1985), una espectacular adaptación de El rey Lear, de William Shakespeare, en el marco del Japón medieval que se convirtió en uno de sus títulos más conocidos

FILMOGRAFÍA DE AKIRA KUROSAWA

 

Sugata sanshiro, 1943. (La leyenda del gran Judo)
Ichiban utsukushiku, 1944. (La más bella)
Zoku sugata sanshiro, 1945. (La nueva leyenda del gran Judo)
Tora-no-o fumu otokotachi, 1945. (Los hombres que caminan sobre la cola del tigre)
Asu o tsukuru hitobito, 1946. (Los que construyen el porvenir)
Waga seishum ni kuinashi, 1946. (No añoro mi juventud)
Subarashiki nichiyobi, 1947. (Un domingo maravilloso)
Samurai hantā, 1947. (El cazador de samuráis)
Yoidore tenshi, 1948. (El ángel ebrio)
Shizukanara ketto, 1949. (Un duelo silencioso)
Nora inu, 1949. (El perro rabioso)
Shubun, 1950. (Escándalo)
Rashōmon, 1950
Hakuchi, 1951. (El idiota)
Ikiru, 1952. (Vivir)
Shichinin no samurai, 1954. (Los siete samuráis)
Ikimona no kiroku, 1955. (Crónica de un ser vivo)
Kimonosu-jo, 1957. (Trono de sangre)
Donzoko, 1957. (Los bajos fondos)
Kakushi toride no san-akunin, 1958. (La fortaleza escondida)
Warai yatsu hodo yoku nemuru, 1960. (Los canallas duermen en paz)
Yojimbo, 1961. (El mercenario)
Tsubaki Sanjuro, 1962. (Sanjuro)
Tengoku to jigoku, 1963. (El infierno del odio)
Akahige, 1965. (Barbarroja / Bondad humana)
Dodes ka-den, 1970.
Dersu Uzala, 1975. (El cazador)
Kagemusha, 1980. (La sombra del guerrero)
Ran, 1985. (Caos)
Los Sueños, de Akira Kurosawa, 1990.
Hachi-gatsu no kyōshikyoku, 1991. (Rapsodia en Agosto)
Madadayo, 1992. (Espera un poco / Todavía no)


RELACIÓN ENTRE RASHOMON Y EL TEMA DE LA VERDAD


Rashomon es una fábula de la verdad y la mentira, sobre lo bueno y lo malo, en la que nada es lo que parece, la realidad es realtiva, nadie es ni totalmente bueno, ni totalmente malo.
“Kurosawa intentó encontrar el meollo del asunto, el "episodio insólito" en que la psicología humana se manifiesta con toda la fuerza de su singularidad. Porque detestaba la mediocridad, sus anónimos personajes desnudan el egoísmo, la frivolidad, la miseria y la degradación del hombre.”
Por eso digo que Rashomon es una fábula de lo bueno y lo malo, en la que los personajes no son ni totalmente buenos ni totalmente malos. Mas aún, es una fábula de cómo la realidad se vuelve relativa a los ojos de uno mismo, incapaz de verse a si mismo en su total verdad, y que siempre busca “embellecerse”. Kurosawa lo explica él mismo:
“Los seres humanos son incapaces de ser honestos consigo mismos sobre si mismos. No pueden hablar de si mismos sin embellecerse. El script habla de esos seres humanos, los del tipo que no pueden sobrevivir sin mentiras que los hacen sentir que son mejores de lo que realmente son. También muestra la necesidad de mentir aún más allá de la tumba –aún el personaje que muere no puede dejar de mentir cuando habla a través de una médium. El egoísmo es el pecado con el que el ser humano carga desde su nacimiento, y el más difícil de redimir. Este film es como una extraña imagen que el ego va desenrollando.



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